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El descarte cero y nuestro aporte social

 

 

 

La forma de lograr el residuo cero es: desde el principio, en el proceso de patronaje se utiliza la tela obteniendo el mínimo descarte. Una parte de los recortes y sobrantes de tela son transformados en hojas, flores y bolsillos que adornan en detalles la ropa o accesorios, o bien como collares y cinturones.

El resto de recortes sobrantes son destinado a los muñecos de trapo.  Este es un proyecto ideado para la reutilización de materiales como las telas mencionadas  y elementos reciclados como botones, cierres, hilos y lanas. Se rescatan también los hilos o tiritas que no pueden ser utilizadas con otras formas y se las usa como relleno de los muñecos.

Personas esenciales en el proyecto: Mónica Rodríguez, que como Psicóloga Social, es la responsable en conjunto con la diseñadora de Basajaun, de la organizacion de talleres donde se les enseña la fabricación de muñecos, donando la materia prima, la capacitación y el acompañamiento para la confección de los mismos. Se ofrece principalmente para mamás y abuelas de niños que recurren a merenderos en sectores populares. El fin inmediato es compartir un espacio, aprender y jugar con sus hijos; proponiéndo la posibilidad, para esas madres, de desarrollarse en un oficio como el de la elaboración de juguetes con materiales reciclados.

Fernando Rosas es escultor y Artista Plástico, ha aportado a la marca pilares fundamentales, que van desde la fotografía y la estética, hasta materiales y herramientas para mejorar la calidad de las producciones y de la elaboración de los accesorios. Daniel Favier es Diseñador Gráfico quien creó el logo de la marca, siempre atento a los detalles de la búsqueda estética y ética de la misma. 

 

 

 

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